El Ultimo GP de Ayrton Senna Opciones

[Marquillo]

Ufff, 7 años ya!. Yo todavía me acuerdo de ese día como ayer, bueno, del fin de semana en general, fue una tragedia.

Murieron Ratzenberger, Senna y a Barrichello le faltó poco.

[JBell]

Este texto me la hon mandado por mail de una lista que estoy suscrito lo pego para su general conocimiento
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SIETE AÑOS SIN EL MAS GRANDE DE TODOS Eduardo Ruiz
Increíblemente todo ha pasado tan rápido que parece que fue ayer cuando el descontrolado Williams-Renault se estrellaba en el muro de Tamburello.


Pareciera que cada vez que se acerca la fecha del 1º de mayo, uno debe recordar a quien ha sido, seguramente, el más grande de todos los tiempos hablando de F-1.

El inexorable calendario ha marcado ya siete años de la muerte de Ayrton Senna. Increíblemente todo ha pasado tan rápido que parece que fue ayer cuando el descontrolado Williams-Renault se estrellaba en el muro de Tamburello, en Imola.
¡¡Se han escrito tantas cosas sobre Ayrton!!!
He escrito tanto sobre él, que le puedo asegurar no resulta fácil que por el simple recuerdo de una fecha deba volver a hablar sobre alguien que sigue más vivo que nunca en el corazón de millones de aficionados que en el mundo disfrutaron con su enorme talento para manejar autos de carrera.

Lamentablemente hay puntos que en la vida no tienen retorno ni posibilidad de modificación alguna.
Mire. Eso es lo que me duele más cuando pienso en Senna.
No tuvo oportunidad de nada. Y no estoy hablando del accidente en si mismo sino de la chance que no le dio la vida de seguir en este mundo.
Ayrton había tenido piñas fuertes pero nunca graves.
Sin embargo, pobre, le tocó la peor de todas.
En Imola, arriba de su auto fue solo un pasajero que pasó a la eternidad sin poder siquiera pelear contra el destino marcado.
Claro. Nadie, con la barra de dirección rota, podría haber evitado el golpe contra el muro. Ni siquiera Ayrton, a quien muchos considerábamos poco menos que inmortal e intocable.





Será en la fecha del 1º de mayo que se sucederán homenajes y anécdotas en todo el mundo.
Medios de prensa, colegas de trabajo, amigos, conocidos y una infinita cantidad de torcedores tomarán de su día un par de minutos para acordarse del ídolo que se convirtió en mito en esa tarde soleada de San Marino cuando encabezaba el Gran Premio, dispuesto a torcer la mala racha con la que había arrancado esa temporada.


El vacío dejado por Senna no ha sido ni será cubierto, jamás, por ningún otro piloto.
Obvio que dentro de unos años estarán aquellos que sepan de Senna por lo que leyeron o lo que vieron en viejos tapes de viejas carreras, pero incluso ellos admitirán que el brasileño fue el indiscutido rey de las pistas mundiales.
Nos pasa a nosotros, los que somos de la misma generación de Ayrton, cuando leemos y vemos las hazañas de Juan Manuel Fangio. Claro. No tenemos otro acceso que no sea el que ha quedado registrado en las estadísticas y en la prensa mundial. Y colocamos al argentino en el mismo escalón del paulista, aún no habiéndolo visto jamás empuñar un volante.
¡Que importa eso!


No implica, posicionar a Senna en la cima, dejar de lado a otros monstruos del automovilismo.
Nadie pero nadie podrá negar el virtuosismo de Alain Prost, o la nata capacidad ganadora de Michael Schumacher, o el talento también tronchado de Jim Clark. Nadie, téngalo por seguro.
Pero nadie, tampoco, podrá hacer oídos sordos a las distintas llamémosla mediciones o encuestas realizadas entre periodistas internacionales y pilotos. Todos, por mayoría, coincidieron en señalar a Ayrton como el más grande piloto en la historia de la F-1.

Hoy, pilotos de la F-1 actual, quizás sepan de Senna por algunas referencias y nada más.
Kimi Raikkonen, Jenson Button, Fernando Alonso, por mencionar los tres más jóvenes, eran muy niños cuando el brasileño arrasaba con cuanto record había en la categoría.
Así y todo tienen un enorme respeto y admiración por la huella que supo dejar Ayrton en sus diez años dentro de la F-1.

Anécdotas hay muchas. Con seguridad que estos días podrá leer o ver en todos lados algunos imborrables recuerdos en la campaña del brasileño.
La carrera de Donington 93 bajo la lluvia donde demostró que, bajo esa situación climática, era por mucho el mejor.

Las inolvidables definiciones de sus tres campeonatos mundiales.
El llanto en Japón 88; el golpe contra Prost en Suzuka 90 y la pelea contra Mansell, también en Japón, en el 91.
Sus duelos con Prost, arriba y abajo del auto. Fueron tremendas batallas entre dos tipos muy pero muy grandes.
La temporada 93, con un auto técnicamente inferior, muy inferior a los Williams de ese entonces. Sin embargo, Ayrton ganó varias carreras y en algún momento llegó a inquietar ese dominio de los autos del legendario Frank.
Y el sueño cumplido de poder integrarse a ese equipo líder.
Y las tres poles en tres carreras; y las complicaciones en el rendimiento del auto que ya no era tan eficiente como el de años anteriores; y tantas cosas. Vea. Tantas cosas que no nos alcanzaría el tiempo para hablar de lo mucho que hizo Senna como piloto.

¿Sabe? No puedo olvidar sus victorias en Brasil. En su pista. En su ciudad. Ante su público que lo amaba.
Tengo grabado a fuego el llanto y los gritos que se escuchaban por la radio del box McLaren en la edición 91.
Ni hablar de cuando, otra vez en el escalón más alto del podio, ahí mismo, en Interlagos, se estrechó en un abrazo casi de padre a hijo con su referente deportivo Juan Manuel Fangio.

Si, también es cierto que fue un hombre difícil en la convivencia dentro de un equipo de F-1.
Como todo número uno fue siempre de imponer sus condiciones sin importarle demasiado su coequiper. Solamente con Gerhard Berger logró una simbiosis casi perfecta en la relación. Quizás porque el austriaco supo siempre que de poco le serviría competir contra Ayrton.
El mismo Mika Hakkinen lo sufrió, es una forma de decir, en carne propia.
Aprendió muchísimo de él, pero también supo lo que era cuando el hombre se ponía duro.
Egoísta hasta poner los pelos de punta a los demás en el plano profesional.
Rápido como nadie. Imbatible en pisos mojados. Dueño de una concentración superlativa. Deportiva y profesionalmente hablando el piloto ideal para cansarse de ganar carreras y campeonatos.

En su aspecto personal, siempre con bajo perfil, fue alguien que se empeñó por tratar de ayudar a quienes lo necesitaban.
Le molestaba cuando sus actos tomaban estado público. Y poco pudo ver de la Fundación que lleva su nombre.
Ayrton murió justo cuando iba a producir no solamente obras de bien en su país, sino una explosión en lo comercial que lo podría haber convertido en el más exitoso deportista de todos los tiempos, saltando por encima de la mera actividad automovilística.

Hoy, a siete años de su desaparición, quedan las dudas respecto de si hubiese quebrado o no el record de victorias en poder de Alain Prost.
Queda la incógnita por si podría haber superado los cinco campeonatos mundiales ganados por Fangio.
¡¡Quedan tantas cosas que uno hubiese querido ver!!!

Pero la vida es así.
Dios dispone cuando es el momento de cada uno y desde el 1º de mayo de 1994 Ayrton Senna se inmortalizó arriba de un auto de carrera.
Dolió, duele, es cierto. Y seguirá doliendo, no tenga dudas.
Siete años han pasado. ¿Mucho? ¿Poco? No lo sé.
Todavía se lo extraña.
Y difícilmente podamos olvidarnos de él.

Eduardo Ruiz
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yo tb estaba viendo la tele [:~(]
Saludos a todos