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Traidor!!!
Tu y yo vamos a tener más que palabras... GP DE LA REPUBLICA ARGENTINA DE 1958 El paciente inglés Tras varios años de dominio de máquinas italianas y alemanas, finalmente el Cooper Climax le dio a los británicos el primer campeonato del mundo. Curiosamente, este vehículo debutó ganando en Buenos Aires con Stirling Moss al volante. Por Estanislao M. Iacona ¿Quién hubiera dicho en la década del 30, cuando los gigantes Auto Unión, Mercedes Benz o las potentes bimotor de Alfa Romeo se daban batalla, que 30 años después la Fórmula 1 sería la misma? Hubo pocos autos de competición anteriores al Cooper Climax que tenían el motor colocado en la parte trasera. Los mencionados Auto Unión (A, B y C), diseñados por Ferdinand Von Porsche, el increíblemente aerodinámico Mercedes Benz Tropfenwagen de 1923 y las citadas bimotor de Alfa sirven de escasos ejemplos. Lo cierto es que estos bólidos no sólo eran enormes sino también muy pesados, con excesiva potencia y un rodado casi tan fino como el de una bicicleta. Eran ingobernables, mejor dicho, gobernables por algunos pocos elegidos. La Segunda Guerra tendió un manto sobre las carreras y para cuando la actividad automovilística hubo de reiniciarse, todo había cambiado. Alfa Romeo presentaba sus Alfettas, que si bien habían sido pergeñadas en la preguerra, tenían motor delantero. Por su parte las Maserati 4CLT, las Ferrari, los BRM, Lago Talbot y Vanwall tenían el motor en su parte delantera. Y los resultados fueron buenos, sobre todo para los italianos. Alfa Romeo ganó los campeonatos del 50 y 51 con Farina y Fangio respectivamente; Ferrari hizo los propio en el 52 y 53 con Ascari, en el 56 con Fangio y en el 58 con Hawthorn; Mercedes Benz quebró la racha tana ganando -con Fangio- los campeonatos del 54 y 55 y Maserati le dio a Italia el del 57, una vez más con el Chueco como piloto. Los Cooper Charles Cooper había sido piloto y mecánico entre las dos grandes guerras mundiales y desde el reinicio de la actividad automovilística tras la segunda se había dedicado a producir, junto a su hijo John, pequeños autos de carrera, en su mayoría Fórmula 3, obteniendo muy buenos resultados. Esto le valió dar el paso final que toda escudería aspira: llegar a la F1. En 1955, Jack Brabham hizo debutar en Fórmula 1 un Cooper de su propiedad con diversas modificaciones y motor trasero. Si bien no obtuvo resultados destacados, dio la pauta de los tiempos por venir. Días de gloria en Buenos Aires Tal vez nadie imaginó que el pequeño Cooper Climax T-45, que otorgaba casi un litro y medio de handicap sobre sus contrincantes, ganaría su primer GP de Fórmula 1 en Buenos Aires, tan lejos de sus pagos. El millonario inglés Rob Walker, había comprado un Cooper de F2 y le había hecho agrandar el motor para adaptarlo a la F1 de aquel entonces. Para la carrera viajó desde Inglaterra a la Argentina junto a Stirling Moss, quien se encargaría de conducir el auto. Si bien Moss tenía contrato con la Vanwall, esta escudería había desistido de venir a Buenos Aires debido a mejoras que se estaban realizando en los autos. En el autódromo municipal de Buenos Aires quedaba claro que el parque automotor era bien distinto al del Cooper con su exótica combinación de caja y motor atrás; a su lado estaban tres rabiosas Ferrari 246 de 2.4 litros y motor de seis cilindros en V diseñado por Dino Ferrari. Estas, según el propio Enzo, eran más confiables y seguras que los anteriores Lancia Ferrari. La escuadra italiana alistaba a Luigi Musso y a los ingleses Peter Collins y Mike Hawthorn, este último acabaría consagrándose campeón del mundo ese año. Por otro lado, había gran cantidad de Maserati 250F (auto que era campeón del mundo en ese momento) con el cual Fangio ganaría su último Gran Premio, el de la ciudad de Buenos Aires, días más tarde. Entre los pilotos que participaban con Maserati estaba el mismo Fangio, Carlos Menditeguy, el español Francisco Godia, el estadounidense Harry Schell y el francés Jean Behra, entre los más destacados. La prensa, los pilotos de Ferrari y hasta el propio Moss -sin olvidar a su mecenas, Rob Walker- jamás hubieran apostado por una victoria. Sin embargo, y en base a un sólido segundo tiempo en la clasificación sin detenerse en boxes en momento alguno, el inglés batió todos los pronósticos y cruzó la bandera a cuadros en primer lugar; las gomas tenían las telas al aire... Era la primera victoria de un Cooper en la F1, era la primera victoria en el historial de un GP de F1 de un auto con motor trasero. La Carrera Como no podía ser de otra manera, la pole en clasificación fue marcada por Fangio, generando un nuevo récord en la pista, con un tiempo de 1m42" a 138 km/h de promedio. Cuando la bandera a cuadros cayó, la Ferrari de Collins dijo basta; un semieje dejó afuera al inglés en los primeros 50 metros de carrera y sería el único auto que abandonaría la prueba. Behra y su Maserati hicieron la punta, seguidos por Hawthorn, Fangio y el joven Moss. Hawthorn pasó luego a Behra, para ser luego superado por Fangio. Moss tenía problemas momentáneos en la caja de velocidades y se retrasaba. Para la vuelta 30 el avance de Moss sobre Fangio, que mandaba con su Maserati, era notable. Behra y Hawthorn seguían al inglés de cerca. El Chueco, cuándo no, batió todos lo récords de la pista marcando un increíble tiempo de 1m41"8. Las crónicas de la época hablan de "una roja Maserati cruzada y patinando sobre sus cuatro ruedas en forma permanente". Al promediar la carrera, lo que había sido un fresco día de verano se transformó en una tarde agobiante. El calor afectó el andar de las Maserati y Ferrar; calentó los motores y desgastó las gomas para tanto que Fangio, Menditeguy y Behra debieron detenerse a reponer el caucho, retrasándose por esa causa. Moss sufría al igual que el resto del parque en lo que a gomas se refiere pero, tanto él como el equipo, sabían que si se detenía la carrera estaba perdida. El pequeño Cooper no tenía llantas con cierre Rudge-Withworth, sino mediante cinco bulones y cambiar una cubierta hubiera demorado lo que cuatro de una Maserati o una Ferrari. En la vuelta 34, Moss pasó definitivamente a la punta cuando el Chueco se detuvo a cambiar el rodado. El pequeño y extraño Cooper dominaba entonces la prueba, con 100 HP de handicap... Cuando terminó la competencia, Moss se bajó del auto y comprobó que las cubiertas izquierdas estaban literalmente "en telas, y que tal vez una vuelta más hubiera significado perder la carrera. Campeonatos y moda Tras su victoria en Buenos Aires y el retiro de las pistas del equipo Vanwall, Moss firmó contrato con Rob Walker para conducir el Cooper que había llevado a la victoria en Argentina. El equipo oficial Cooper, que alistó los autos con motores Climax FWA de 2.5 litros, de mayor cilindrada al que ganó en Buenos Aires, tenía como pilotos a un ascendente ingeniero-piloto de origen australiano, Jack Brabham y a un joven y desconocido neocelandés quien años más tarde adquiriría notoriedad: Bruce McLaren. El nuevo Cooper no sólo contaba con los potentes motores FWA, sino que Owen Maddock, el ingeniero a cargo del equipo, había diseñado un chasis tubular de singulares características: toda la estructura del auto era curva. La ubicación del motor y la caja atrás hacían bajar la posición de manejo del piloto y el centro de gravedad del auto, algo que le permitía "copiar" y doblar mejor. A la vez, no teniendo el auto un motor que "cubrir" en la parte delantera, la trompa era mucho más corta y aerodinámica. Finalmente, habiendo sido concebido como un F2, el auto era más pequeño y por ende más liviano que el resto del parque de la F1. Toda esta combinación de cosas generó un auto realmente distinto y con grandes chances de obtener el título. La primera carrera de 1959 fue en Mónaco, donde Stirling Moss hizo el mejor tiempo y lideró la prueba hasta que la caja le dijo basta y Brabham se consagró ganador. El resto del año fue todo para Cooper; Moss y Brabham se repartieron dos victorias, aunque fue el australiano quien obtuvo la corona debido a mejores performances. La última carrera del año fue ganada por McLaren, quien se convertiría en el ganador más joven de la F1 con solamente 22 años y 3 meses. Cooper se alzaría no sólo con el campeonato de Brabham, sino con el primer campeonato del mundo para constructores, batiendo a Ferrari y a BRM. En 1960 un nuevo Cooper fue diseñado: el T53. De líneas aún más bajas y diferente tipo de suspensión, era superior al del año anterior y para mitad de temporada Brabham se llevó cinco Grandes Premios consecutivos. A fin de año la corona era nuevamente de la dupla Cooper-Brabham. Ferrari, que siempre había insistido con los motores delanteros ("donde se vio que un caballo empuje el carro", solía decir don Enzo) cambió también. Para 1961 todo el parque de la F1 había copiado la idea de Cooper que vaya si perduró en el tiempo; hoy en día todos los autos de Fórmula tienen esa misma concepción innovadora. labujia.com David Plaza ![]() ¿Tablas...? |
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Advanced Member ![]() ![]() ![]() Grupo: Members Mensajes: 1.616 Desde: 11-March 08 De: Madrid Usuario No.: 1.389 ![]() |
Aprovecho que te has ido al Ring...
![]() El vérdugo del Gran Prix inglés. José Froilán González ganó sólo dos carreras. Sin embargo, ambas pueden considerarse históricas. En 1951, al mando de una Ferrari, derrotó en Inglaterra, al equipo oficial Alfa Romeo, que nunca había perdido una prueba. Tres años más tarde ganó nuevamente esta vez sobre los Mercedes Benz. Por Estanislao M. Iacona El campeonato del mundo de Fórmula 1 comenzó oficialmente en 1950, donde Giuseppe Farina se quedó con el primigenio título al mando de una Alfetta 158. Desde entonces, y hasta fines de esa década, varios argentinos fueron animadores ilustres del Gran Circo. La F1 de 1954 le mostró al mundo cinco volantes argentinos: Juan Manuel Fangio, campeón del mundo con Alfa Romeo en 1951 y piloto número 1 de Mercedes Benz. El Cheuco volvía a las pistas con un equipo más parecido a los de hoy día que a los "artesanales" de aquella época. José Froilán González, el "niño mimado" de don Enzo Ferrari que ese año daría batalla hasta consagrarse subcampeón del mundo al mando de la Ferrari 625. Onofre Pinocho Marimón, pupilo del Chueco e hijo de Toscanito, primer piloto 1 de Maserati; Roberto Bitito Mieres también era de la partida con un auto del tridente y finalmente el joven Clemar Bucci que participaba ocasionalmente con autos de Amadee Gordini. Argentina tenía 5 pilotos en la máxima categoría, entre ellos el campeón, el subcampeón y el número 1 de Maserati. Silverstone, el aeródromo de la velocidad El Royal Automobile Club de Inglaterra -tras la guerra- había habilitado el viejo aeródromo de Silverstone para la organización de carreras de autos. En 1948 Luigi Villoresi triunfó en la primera prueba disputada en ese lugar con una Maserati. Para 1952 -y cuando Silverstone ya había sido transformado en un verdadero autódromo- la organización de las pruebas pasó a manos del British Racing Drivers Club. El 17 de julio de 1954 se disputó una nueva fecha de la categoría, que sería muy especial para los argentinos. Fueron 90 vueltas a todo o nada y, para variar, si bien no llovía el cielo inglés amenazaba con hacerlo. Mercedes Benz volvía a la F 1 tras su exitoso paso por las carreras de autos de la preguerra (1934-1939), y lo hacía con un equipo compacto, hiper organizado y con un piloto de primera línea como Fangio. El debut se produjo en el Grand Prix francés de 1954, en Reims donde Fangio y Kling "mataron". El parque de la categoría nunca había sufrido una renovación tan marcada como la promovida por los nuevos Mercedes. En esa carrera de Reims sólo seis autos cruzaron la bandera de cuadros ya que la mayoría, intentando seguir a las Flechas de Plata rompieron sus motores. Sin embargo una Ferrari supo dar lucha e inclusive "jaqueó" en el algún momento a los autos alemanes; era la de Pepe Froilán González. Dulce revancha También conocido y apodado por los ingleses como Gonzo, El toro de las pampas, Cabezón o El Puma, Froilán González había cautivado a los británicos tras su victoria en este Grand Prix cuando en el 51 -al mando de una Ferrari 375- derrotó al equipo oficial Alfa Romeo, invicto hasta ese momento. Froilán era uno de esos pilotos que aparecen cada tanto, que manejan para la tribuna, que seguramente no lleguan a campeón pero que son vivados por haberse ganado el corazón de la gente. El GP de Inglaterra de 1954 se había transformado en una especie de revancha para el arrecifeño. En las primeras prácticas, y con piso húmedo, Mike Hawthorn y su Ferrari fueron los mas rápidos. Luego Froilán tomó la posta y se quedó con el mejor registro. Pero como de costumbre, y faltando escasos momento para concluir la clasifica, el Chueco Fangio salió con su Mercedes con el mínimo de combustible bajando todos los tiempos y estableciendo un nuevo récord del circuito. Quienes vieron la vuelta dicen- contuvieron la respiración por segundos... Cartel de un minuto La grilla tenía dos argentinos en la primera fila, Fangio con la pole y González como escolta. Detrás de ellos dos ingleses que se habían prácticamente batido a duelo: Mike Hawthorn y el joven Stirling Moss, con una Maserati 250 F verde. En la tercer fila Roy Salvadori, también con Maserati, Karl Kling al mando de un Mercedes y más atrás Jean Behra con Gordini; todos ellos apostaban a hacer una buena largada. Hacia el fondo había otros tres argentinos. En la cuarta, Clemar Bucci aceleraba en falso su Gordini y en la octava, Pinocho Marimón, que sabía debía hacer una carrera tranquila e ir para adelante de a poco, ya que su auto no había rendido en la clasificación, al igual que Roberto Mieres, el último representante "de las pampas". Cuando se bajó el cartel de un minuto, y tras la explosiva aceleración del pelotón, los autos salieron en busca de Copse corner. Al pasar por esa curva la multitud se paró y vivó al puntero González, lo seguían Moss, Hawthorn y Fangio. Cuando los autos llegaron a Woodcote corner para cumplir la primera vuelta, la Ferrari de González entró negociando la curva como un rayo y pasó por los boxes liderando la competencia, puesto que no abandonaría por otras 89 largas vueltas en las que se vivió de todo. Hawthorn era segundo y Fangio tercero aventajando a Moss. El Chueco declararía tras la carrera que al correr con el auto cerrado (recordemos que el Mercedes tenia dos variantes, una abierta y una cerrada) ésto le impedía ver las cubiertas delanteras, perdiendo referencia. Eso hizo que se fuera reiteradas veces al pasto o que le pegase violentamente a pequeños bidones que habían sido colocados para delimitar el circuito. Hawthorn finalmente pasó a Fangio y durante unas vueltas las posiciones quedaron con González adelante, Hawthorn segundo, Fangio tercero y Moss cuarto. Hawthorn y Fangio alternaron posiciones hasta que el balcarceño se fue de pista en dos ocasiones y los ingleses le ganaron el puesto. Luchando como de costumbre, Fangio los volvió a pasar a ambos. En la vuelta quince, y con un cielo totalmente cubierto, Froilán hizo una vuelta increíble de 1m 50s, que inmediatamente el Chueco igualó. Aunque llueva o truene Cuando finalmente el agua cayó del cielo, González no se amilanó y Fangio comenzó a sufrir el "spray" de la Ferrari del puntero por lo que tuvo que llevar una marcha más cautelosa. En la vuelta 30 González le llevaba a cinco segundos a su escolta; Moss era tercero y Hawthorn cuarto. Para ese entonces Fangio "se enteró" que ya no tenía tercera marcha y que la carrera se le presentaría distinta a partir de ese momento. El duelo entre británicos fue ganado por Moss, ya que el motor de la Ferrari de Hawthorn perdía rendimiento y se retrasaba. En el giro 55, Moss superó al Mercedes de Fangio, quien vueltas más tarde también sería superado por Hawthorn. Mientras tanto en la punta, la Ferrari roja estiraba las distancias con piso seco o mojado. A 20 giros del final Pepe González aventajaba a Moss por 18 segundos. Lo de Fangio fue más que destacable porque después de tantos contratiempos (a los que se le sumaban gases de escape dentro del cockpit), seguía dando batalla. Desde el fondo del pelotón, Marimón y Bitito Mieres hacían una carrera espectacular acercándose a la punta. Faltando doce vueltas Pinocho superó a Fangio y se ubicó en el cuarto lugar. A su vez Bitito ya estaba séptimo. La Maserati de Stirling Moss dijo basta a sólo 10 vueltas de la llegada por problemas en el tren trasero. Una excelente noticia para Hawthorn, quien ya se había resignado a perder su duelo y se encontró con el segundo puesto. Cuando la bandera de cuadros flameó en Silverstone, José Froilán González fue el primero en recibirla; Hawthorn y Marimón -de excelente labor- completaron el podio. El Chueco Fangio arribó cuarto, Maurice Trintignant -con Maserati- quinto y Mieres sexto. Memoria Por mucho esfuerzo que se haga cualquiera puede darse cuenta que encontrar en una clasificación de Fórmula 1 cuatro pilotos de un mismo país entre los seis primeros no es tarea fácil. En la década del 50 la Argentina "se dio el lujo" de tener a grandes ases del volante que -a pesar de los años que han pasado- siguen siendo referente de las nuevas generaciones de pilotos e ídolos indiscutidos a nivel mundial. Vaya nuestro reconocimiento a ellos, que hicieron grande al automovilismo argentino, llevando a flamear la bandera celeste y blanca hasta en el propio Silverstone. labujia.com David Plaza ![]() ¿Tablas...? |
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