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Si todos los pilotos siguen, de momento y a la espera de las posibles incorporaciones de AUDI o Andretti, tenemos también nuevo tema

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Toto Wolff se frota las manos con la crisis de Red Bull y Max Verstappen
Hungría fue el capítulo más amargo entre piloto y equipo que se recuerda desde la etapa con motores Renault, y el de Mercedes sigue esperando su momento.

Red Bull ha perdido el dominio en Fórmula 1. El equipo de la bebida energética afronta una temporada en la que debe administrar una ventaja que si bien es muy amplia, se puede esfumar con facilidad. La categoría pasa a estar dominada por McLaren, quien en estos momentos tiene el monoplaza más rápido. Llamativo si pensamos en el comienzo de 2023.

Red Bull sobrepasada por McLaren
El tono de las declaraciones de Max Verstappen ha ido variando con el transcurso de las carreras. De mostrarse sin preocupación, a decir que hay que encontrar la buena senda para acabar afirmando que hay gente en el equipo que tiene que despertar. A Hungría llegaron un gran paquete de actualizaciones y el resultado sigue siendo el mismo. El monoplaza no quiere entrar en las curvas, es incapaz de sostener la trazada en curvas largas, y la rigidez de la suspensión impide atacarlos pianos.

Max advertía carreras atrás de que si seguía pilotando de esa forma, tarde o temprano tendrían un accidente. No se ha cumplido esto, pero sí el que ni pilotando con el cuchillo entre los dientes le alcance para tener los mismos resultados que carreras atrás.

En Hungría, el grado de desesperación de Verstappen aumentó al máximo. No solo no tenía potencial para competir contra los McLaren, sino que la estrategia ideada por Red Bull fue nefasta. En la primera parada, Lewis Hamilton les ganó la partida, y en la segunda, repitió tanto el británico como el Ferrari de Charles Leclerc. La única baza de Red Bull era unos mejores neumáticos para ganar posiciones en pista en un circuito donde es muy complicado adelantar.

Y como bonus, el piloto no se sintió arropado por su equipo ya desde la salida, cuando en lugar de pelear por los intereses de Verstappen, le pidieron que cediera posición a Lando Norris y así evitar una hipotética sanción. La hostilidad por radio fue aumentando a lo largo de la carrera. Verstappen era incapaz de encontrar una forma cómoda de pilotar, quejándose Insistentemente de la frenada y la entrada en las curvas, a lo que se sumó las quejas por la estrategia. Llegó el punto que, Max, tras salir de boxes y marcar vuelta rápida de carrera, recibiendo la reprimenda de su ingeniero, explotó y dijo que de alguna manera tenía que arreglar la basura de estrategia que le habían dado.

Tensión entre Max Verstappen y el equipo
En ese momento, su ingeniero le dio la callada por respuesta. Literalmente. Dejó de hablar por radio durante vueltas y vueltas, y solo volvió cuando Max se quejó de la actitud de Hamilton, donde lejos de recibir el apoyo del muro, éste se puso de parte del británico en una actitud bastante complicada de entender, pues sí es habitual que los pilotos exploten, pero no así el ingeniero, quién suele ser la persona que calma los ánimos.

La carrera no terminó bien para Max Verstappen, siendo la mejor noticia que solo cedió ocho puntos ante Lando Norris. Red Bull ha perdido el dominio y curiosamente Max no parece sentir el arropo necesario. Y en esta situación, quién sonríe es Toto Wolff.

El de Mercedes sigue sin confirmar al acompañante de George Russell en Mercedes para 2025, y no lo hace precisamente porque no tiene ninguna necesidad, dando la impresión de que la vacante permanecerá abierta mientras exista la más remota posibilidad de que Verstappen pueda ocuparla. Y lo que hace dos meses era una locura, se va volviendo plausible según avanzan las carreras, y con escenarios como el de ayer, aún más. Momentos de tensión irónicamente


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