FORMULA 1 EN PILDORAS (Para enfermos de la velocidad), José María Zapico (@VirutasF1) Opciones

[tenista]

Buenos días a todos, con el permiso de José Manuel Zapico @VirutasF1 me dispongo a subir capítulo a capítulo su libro Fórmula 1 en píldoras

Todos conocemos sobradamente la trayectoria en F1 de Viru, sobre todo como fotoperiodista, pero permitidme una pequeña Biografía.

Nacido en la localidad malagueña de Antequera, estudió Filología Inglesa en la Universidad de Málaga, además de estudiar inglés y alemán en la Escuela Oficial de Idiomas. Obtuvo un máster en comunicación y protocolo por la Escuela de Protocolo de Madrid, además de varios cursos relacionados con la Comunicación Audiovisual y sobre todo con la fotografía.

En 1988 empezó a trabajar en Canal Sur Radio, donde sigue enrolado como técnico y periodista. Durante los siguientes años trabajó como corresponsal y fotógrafo en diversos medios periodísticos, como El Sol de España, El Mundo, Tribuna, Fortuna Sports o Interviú.

En 1998 se enrola por primera vez en un campeonato de automovilismo importante, trabajando para el departamento de comunicación del Open by Nissan, donde estaría hasta 2001. En 2004 y hasta 2006, repetiría trabajo en el Campeonato de España de Fórmula 3 y en el Campeonato de España de GT. Ese último año y hasta 2008 pasó a ser director de comunicación de los campeonatos de España de Supercross, de Freestyle y de Legends Cars.

En 2009 aprovechando su experiencia en el mundillo del motor decide fundar la web Virutas de Goma, donde recogió principalmente noticias, opiniones y experiencias personales en forma de historietas o relacionadas con la actualidad de la Fórmula 1. Dos años después deja de lado la web al ser nombrado editor jefe de la web TheF1.com, donde estaría hasta 2012. Durante estos años trabaja también en la radio Onda Cero como corresponsal de F1 en su programa No son horas. En 2013 revive la web bajo el nombre VirutasF1, siendo cerrada recientemente. Desde ese año ha seguido escribiendo de Fórmula 1 en JotDown, Soymotor.es, Diario AS, Motor.es y Extraconfidencial.

[tenista]

'PAPUCHI, TE ECHAMOS DE MENOS.
CONTIGO, LEWIS, SE COMPORTABA'

31 Mayo 2011

No hay tío en toda la parrilla más jartible que el pelmazo de Anthony Papuchi' Hamilton. El único padre, a excepción de Bria-
tore -padre putativo de Alonso- que sale a saludar a la grada cuando su hijo hacía una pole. Según el Principio General de Presencia en el Nido Familiar, también llamada Ley de Homer, toda presencia corpórea de orden mayor en la pista central de este circo conlleva efectos positivos y negativos a partes iguales.

Hamilton Senior era aplaudido y abucheado a partes iguales, trincaba a las claras pasta de la que ganaba su hijo jugándose el bigote en Spa, estrellaba coches millonarios en parques infantiles... pero mantenía a raya a su mayor, aunque sólo fuera para dar ejemplo al pequeño. Con la figura del coñazo de padre mediático que tiene Lewis en los boxes de McLaren estas cosas que pasan ahora... no pasaban. Lewis hace el burro con un Mercedes de calle por las idems de Melbourne, insulta a los comisarios, hace el gamba por Mónaco echando de la pista a otros participantes en un alocado avance al más puro estilo tanque del US Army al grito de "jo te quitas o te quito, Esgraciao!". Todo abuso del comportamiento excesivo ha de recibir
el correctivo correspondiente, y si a Schumacher lo enmpuraron corretrasar diez plazas en la parrilla sucesiva cuando arrinconó a Barrichello contra el muro, Lewis debería recibir en justicia su tarjeta amorilla personalizada.

Este es un deporte, con unas reglas, y Lewis está demasiado acos tumbrado a jugar con sus limites y en su atan, siempre respetable incluso plausible, de avanzar a toda costa, jug ó con las normas civismo y deportividad establecidas. Quiso inventarse espacio para adelantar donde no lo había, con el resultado de accidente otros... y al resto que les den?. No, bonito, no, eso no se hace, y no es tontería lo que dice Massa pidiendo un sartenazo en la sien de británico a modo de aviso a navegantes y vacuna ante abusos futuros.

Igual que la NBA tiene un dreSs code que impide a sus jugadores ir con la pinta de un recién salido del talego de Alcatraz en permiso de fin de semana, al que levante la mano contra otro jugador lo mandan a casa un mesecito (y sin sueldo). Ocurre que en las carreras no se levanta la mano contra otro -a menos que seas Nelson Piquet padre-, sino que lanzas tu monoplaza para pasar por donde no cabe. En la F1 hay una retahíla interminable de normas; desde 1950 hasta aquí ya han tenido tiempo de depurar el reglamento, pero no hay uno excesivamente claro, pero no hay uno muy definido acerca del comportamiento dentro y fuera de la pista.

La Formula 1 es la meta final de una carrera deportiva de cualquier piloto y hay que estar a la altura dentro y fuera de la pura actividad al volante. Ni tajás monumentales, ni visitas a clubes con luce de neón, nada de fiestas salvajes en compañía de desconocidas señoritas entaconadas y de tetas invariablemente enormes... y que se olviden de dar la nota por la vía pública. Los tiempos de James Hunt se celebraba sus victorias cigarro en mano y bebiéndose él sólo las botellas de champán fueran del tamaño que fueran, o de Bertrand Gachot echando sprays antivioladores en las caras de taxistas pasaron. Esto no es lo que era porque gracias, entre otras cosas Internet, se sabe todo, en todas partes y al instante. Lewis Caballo Loco Ha-
milton pide disculpas a comisarios, pilotos y aficionados, pero si se hubiera pensado dos veces su comportamiento en la pista y luego largando por esa boca, no tendría que ser hoy portada en diarios, webs y un trend topic de Twitter.

Contaba ayer Jaime Rodriguez de El Mundo una buenísima. Lewis es amigo de perrerías de Adrian Sutil y en una cena y tras una apuesta perdida tuvo que esnifarse un buen pedazo de wasabi, esa pasta verde terriblemente picante que acompaña a modo de condimento la comida japonesa, al más puro estilo "Jackass". Una vez, el que esto escribe llevó a cenar una amiga a un japo de Torremolinos. A la chica le pareció ver guacamole y trincó un cuchillo para darse una rebanada de la presunta pasta de aguacate... tardó tres cervezas en recuperar la voz, secarse las lágrimas y perder el color rojo Ferrari que adquirió su jeta. ";Es que creía que era guacamole, y es como si me hubiera comido un puñado de guindillas!. Pues que le pregunten
al pianista Sutil, a ver como se puro de colorao tras la succión del wasabi por la napia.

Estas gamberradas son juegos de niños grandes, pero cuando vas a 300 y te golpeas con otro cuyo precario equilibrio depende de que ello no ocurra pueden ocurrir cosas terribles; o largas de gente muuuuy seria en público con efecto planetario inmediato, o lo que sea pero desviado de lo razonable estas cosas adquieren un calibre distinto. Después llegan las sanciones, los lamentos, los 'quieropedirperdóns', y lo de copiar 100 veces en la pizarra como Bart Simpson. Ante todo esto, recato, concupiscencia, fuerza y saber que todo-esto- entra-en-la-nómina... jy dos dedos de luces!. Nunca imaginé que pudiera decir algún día, "Anthony, vuelve, contigo estas cosas no pasaban". Me cago en mi calavera digital.