El Mismísimo Demonio, la cuarta dimensión, Un apasionante campeonato... que siempre gana Massa Opciones

[850 coupé]

Hola, muy buenas tardes a todas y todos.
Con la inestimable ayuda de Iker Jiménez, ponemos en marcha la cuarta temporada de nuestra afamada competición.

Lo cierto es que la intención de la Comisión era permanecer algún tiempo más en el limbo; pero este interesante artículo de As:
Ferrari pasa del séptimo al tercer equipo en un año
http://motor.as.com/motor/2013/02/24/formu...235_643764.html

ha sido el empujoncito que nos ha sacado de nuestro letargo.

Pilotos, Danicas, Periodistillas y foreros, enciendan sus engines, que esto comienza ya.

[850 coupé]

Hola, muy buenas tardes a todos.

Antes de nada, muchas gracias por el apoyo recibido en estos 20 días de cautiverio.
Ha sido muy duro.
En soledad lo hubiese llevado mejor, pero acompañado por el resto de la Comisión, la situación se complicaba enormemente, sobre todo a la hora del reparto.

Fuimos atraídos a ese maldito lugar por la fama (justificada, eso sí) de unos precios de otra época.
En realidad allí todo era de otra época: los embutidos, el frío, la falta de luz, la edad de los licores, el cutis de la propietaria del local...

Lo que pretendía ser una reunión de trabajo de unas pocas horas, se convirtió en un encierro de casi tres semanas en el que tuvimos oportunidad de aclarar muchos conceptos, por ejemplo que cuando el tiempo está frío, preferimos claramente el tinto sobre el blanco.

Tras el alud, los primeros momentos fueron de diversión. En parte porque ya llevábamos varias horas empinando el codo y en parte porque todos recordábamos cómo Rambo había logrado escapar de una situación similar en una cueva.

Poco a poco la diversión fue dejando paso a la felicidad más absoluta: la taberna tenía una bodega extraordinaria y disponíamos de todo el tiempo del mundo. Los casados eran los más felices, pues creían que nadie nos podría considerar responsables de la situación. Ya nos sacarán, era la frase más repetida (la mayor parte pronunciaban algo parecido a "ia nog sacaján").

A partir de la segunda semana comenzaron los problemas.

La bodega era extraordinaria, pero la sed de los reclusos era insaciable. Una rápida estimación nos hizo comprender que a ese ritmo no tendríamos material para otra semana más.

Llegó el racionamiento.

No os miento si os digo que fue uno de los momentos más difíciles de nuestra vida. Explicar a esos mocetones, algunos con más de 70 años, que por primera vez en su vida tendrían que autocontrolarse, resultó realmente complicado.
Desde el primer momento se incumplían las normas. Se hacían trampas. Se inventaban nuevas reglas.
Se respiraba la tensión. Se acumulaban los cascos de las botellas, algunos rotos, lo que resultaba un problema añadido. Incluso uno de los miembros tuvo que ser reducido tras querer protagonizar un "momento Sutil" con otro de los miembros de mayor edad.

Intentábamos pensar en otra cosa, pero todo resultaba inútil. Si hablábamos de F1, citábamos a Kimi o a Hunt y venga, a brindar por ellos; si hablábamos de fútbol, pronto salía George Best a la luz...
Tuvimos que tomar una decisión heroica: sólo una botella por persona y día.

160 botellas, 8 personas. A una botella por persona y día, tendríamos para 20 días. En ese tiempo todos nuestros acreedores ya nos habrían echado en falta y alguien vendría a rescatarnos.

Al quinto día sólo quedaban 18 botellas. Llovían los reproches.
No había otra solución: deberíamos intentar salir. Había que encender los móviles. (CONTINUAR�)