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[tenista]

FINAL: ARGENTINA - ESPAÃ?A

Perdonadme, pero no puedo pasar sin postear el gran papel que estan haciendo nuestros chicos en Argentina.

Tras la lesion de Nadal, el mundo se nos vino encima a todos los que seguimos, practicamos o nos gusta el tenis. Creimos que toda la ilusion por ganar nuestra tercera "ensaladera" se habia esfumado con la dichosa lesion. Pero como el deporte es caprichoso, a veces nos juega una mala pasada y no nos deja ver lo que realmente tenemos delante de nuestras narices.

Esto es lo que esta pasando en Argentina, con nuestra seleccion, a dia de hoy. Por supuesto que no ha terminado, por supuesto que podemos perder y quizas lo hagamos, pero pese a todo hoy nos vamos a la cama con un increible e inesperado resultado de 2 - 1 favorable a nuestra Armada.

Repito no se si lo conseguiremos, yo era uno de los mas escepticos, pero reconozco que nuestros tenistas pase lo que pase, ya han conseguido lo que nadie hubiera imaginado.

[850 coupé]

La verdad es que tuve unas cuantas raquetas curiosas.
Esa de la la foto grande era la DONNAY BORG PRO hecha con láminas de madera.
En esa época (1979-1980) las raquetas de cabeza pequeña empezaban a ser minoría.
Rompieron bastante pronto.

También tuve unas Yamaha de fibra que eran tremendas. Un gustazo, muy caras, eso sí.
Lo malo es que tenían unas láminas de metal que se despegaban y acaban torciendo la propia raqueta.
Me las cambiaron en el Corte Inglés por los nuevos modelos con aspecto de madera, pero que no eran lo mismo.
Creo que estas se llamaban Yamaha Imagine, como la canción de Lennon.

También recuerdo unas Rossignol de grafito y materiales muy raros que tenían un tacto estupendo, sobre todo los primeros modelos negros, pero que partían por la mitad. Las segundas eran más resistentes, creo que todavía las usa mi madre para sacudir alfombras (como la maldita Wilson T3000).

Aún conservo mis primeras raquetas, una Wilson de madera un tanto femenina, pero que de pequeño estaba bien... y una Slazenguer (creo) tipo Roy Emerson, que tenía un grosor tan exagerado que casi me convirtió en el inventor del golpeo a dos manos.