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![]() Advanced Member ![]() ![]() ![]() Grupo: Members Mensajes: 2.472 Desde: 11-March 08 De: BARCELONA Usuario No.: 201 ![]() |
Hola a todos,
ya sé que no es una contribución como "Ayrton en la fórmula uno" ni como "Hombres, mujeres y motores" , pero pensé que quizás a los nostálgicos (o a los ávidos de "como era") pueda gustaros esta recopilación estilo hemeroteca. Es lo que he encontrado de Barcelona (Pedralbes y Montjuïch) y de Madrid (Jarama).Evidentemente hay más, y con tiempo, también puedo incorporarlos si os interesa. Vereis que algunas fechas en la cabecera del periódico, no son del día siguiente de la carrera. Esto es debido a que durante muchos años, el lunes no había "tirada", por lo que se editaba el martes. Si buscais por ahí obtendreis algunas web de interés tanto por "Peña Rhin" como por "Penya Rhin" (del catalán). Espero que os guste. Gana Rudy Caracciola/Tazio Nuvolari segundo VI Penya Rhin 1935 pag01 (0.3MB) http://www.megaupload.com/?d=UJXDMTD2 VI Penya Rhin 1935 pag02 (0.3MB) http://www.megaupload.com/?d=RLFBCXGD VI Penya Rhin 1935 pag03 (0.5MB) http://www.megaupload.com/?d=AMUTOVJ4 VI Penya Rhin 1935 pag04 (0.5MB) http://www.megaupload.com/?d=PBHC801O Gana Bernd Rosemeyer/Tazio Nuvolari segundo VII Penya Rhin 1936 pag01 (0.5MB) http://www.megaupload.com/?d=EI9RTJ8G VII Penya Rhin 1936 pag02 (0.4MB) http://www.megaupload.com/?d=WEKFYHF9 VII Penya Rhin 1936 pag03 (0.6MB) http://www.megaupload.com/?d=LL6OX9E7 VII Penya Rhin 1936 pag04 (0.7MB) http://www.megaupload.com/?d=GT6XPJMY Primer titulo mundial para J.M. Fangio XI GP Penya Rhin 28-10-1951 pag01 (0.5MB) http://www.megaupload.com/?d=XPWRVIBN XI GP Penya Rhin 28-10-1951 pag02 (0.5MB) http://www.megaupload.com/?d=A02F06IV XI GP Penya Rhin 28-10-1951 pag03 (0.3MB) http://www.megaupload.com/?d=27QAKHWL GP 26-10-1954 pag01 (1.8MB) http://www.megaupload.com/?d=XNNOGN8E GP 26-10-1954 pag02 (0.4MB) http://www.megaupload.com/?d=RSYVH6RU GP 26-10-1954 pag03 (0.3MB) http://www.megaupload.com/?d=0I38QGYF GP 26-10-1954 pag04 (0.3MB) http://www.megaupload.com/?d=VN6BHV67 GP 26-10-1954 pag05 (0.3MB) http://www.megaupload.com/?d=CRBFQMYZ GP 12-05-1968 pag01 (2.0MB) http://www.megaupload.com/?d=DDBQS7XI GP 12-05-1968 pag02 (0.4MB) http://www.megaupload.com/?d=XZRVW7BR GP 12-05-1968 pag03 (0.5MB) http://www.megaupload.com/?d=PEG5SES0 ![]() "...CUANDO TODO PASE, SER?S OTRO, PERTENECER?S A UNA CLASE DIFERENTE E INCOMPRENSIBLE DE HOMBRES, LA DE LOS QUE HAN CONDUCIDO UN FORMULA UNO..." -------------------- "...CUANDO TODO PASE, SERÁS OTRO, PERTENECERÁS A UNA CLASE DIFERENTE E INCOMPRENSIBLE DE HOMBRES, LA DE LOS QUE HAN CONDUCIDO UN FORMULA UNO..." |
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![]() Advanced Member ![]() ![]() ![]() Grupo: Members Mensajes: 4.006 Desde: 11-March 08 De: Sitges. (Barcelona) Usuario No.: 3.717 ![]() |
Especialmente dedicado a COSWORTH.
![]() Seguro que él sabe por qué... ![]() (Porque le "debo" muchas cosas. Por todas sus sonrisas...) Era uno de aquellos hombres duros de la vieja guardia... CAPÍTULO IV Contemplaba la puerta tapizada de cuero castaño por la que hacía desaparecido Herzing. Hacía más de media hora que me había dejado y me parecía difícil soportar aquella espera durante más tiempo. La rubia secretaria parecía muy ocupada, o por lo menos intentaba aparentarlo. Escribía, apuntaba algo en un libro, buscó un fechador, volvió a sentarse ante la máquina de escribir. Era muy bonita y bastante altanera. Parecía que no se diese cuenta de mi presencia. Llovía. Veía chocar las gotas en los cristales de la ventana, ante la cual un álamo se encorvaba por la lluvia, todas sus hojas temblando bajo el agua. Desde mi asiento podía distinguir parte de la fábrica: tres largos cobertizos de techo de cristal que desde aquella distancia semejaban invernaderos. Todo había acontecido con tal rapidez que yo fui el primer sorprendido. Un día Wuesthoff me presentó al señor Herzing, director de la casa Daimler. Alguien dijo que mi ilusión era, por encima de todo, convertirme en conductor de automóviles y conducir para la casa Daimler. Y por ello me hallaba esperando en la fábrica, en Untertuerkheim. La tapizada puerta parecía pesada y severa, como la del consultorio de un doctor. Y tras ella los directores Herzing y Gross moldeaban mi destino. - Señorita, ¿no cree que podría preguntar? - Señorita Schroeder dijo la rubia secretaria mirándome severamente-. ¡No! El director, Sr. Gross, ordena que no se le moleste durante ninguna conferencia. Me habló por encima de la máquina de escribir, mientras colocaba una nueva hoja. Después volvió a teclear. No parecía dispuesta a hablar de nuevo conmigo. De la pared de enfrente pendían un cuadro y un gran calendario. Aquél era el retrato de un caballero de luenga barba, sin duda alguna, el fundador de la casa. El calendario me dijo que era el 11 de junio. Se acercaba el cumpleaños de mi madre. Hubiera sido muy hermoso que pudiera decirle aquel día: Mira, mamá, ahora soy piloto de la casa Mercedes. Mil marcos al mes para empezar y, aparte, naturalmente, primas de salida y premios. Mi madre se conmovería tanto que lloraría, aunque estoy seguro de que lloraría con sólo saber qué era de mí. Era una lástima que no pudiera defender mi causa al otro lado de aquella puerta. Era posible que Herzing vacilase al hallar la menor resistencia. Yo hubiera procedido de muy distinto modo. - Señor director diría-. Confíeme por una sola vez uno de sus coches, una sola vez siquiera, y puede estar seguro de que regresaré vencedor. Si no es así, nunca más volveré a tomar parte en ninguna competición. Sonó el teléfono, la rubia secretaria descolgó el teléfono, escuchó, dijo Sí, y después nuevamente, Sí, Herr director, y volvió a colgar. - Tiene que ir abajo para ver al señor Werner. Está junto a la entrada principal. Tocó un timbre y apareció un ordenanza. - Conduzca al señor hasta donde está el señor Werner dijo la chica y volvió a su trabajo. El corazón me resonaba en el pecho. Mi destino se decidiría ahora. Durante la próxima media hora sabría si podía llegar a conducir, si era de la madera de los que ganan Grandes Premios, o si todo era meros sueños, tontas alucinaciones con las que yo mismo me engañaba. Era Werner quien tenía que probarme; el gran Werner, el vencedor de tantas pruebas. Era uno de aquellos hombres duros de la vieja guardia que con su coche habían roncado por todas las carreteras del país; con uno de aquéllos coches de altas ruedas y sin suspensión. A menudo llegaban a la meta con las manos en carne viva, magulladas por los golpes del volante; pero había logrado recorrer ciento cincuenta kilómetros o quizás más. Cruzamos el patio. Aún llovía. Un gran ruido llegaba de las naves de la fábrica; de vez en cuando, el suelo temblaba por los golpes de alguna máquina. Frente a un cobertizo se hallaba el chasis de un coche. Solamente el chasis con unos toscos asientos de madera. Nos paramos. De la sombría luz del cobertizo salió un hombre alto, delgado. Iba vestido con un mono azul. Era Werner. - Buenos días dijo, y me dio la mano. Señaló silenciosamente el asiento de aquel coche y también silenciosamente se sentó a mi lado. Tenía larga y triste cara, nariz muy larga y ojos tristes. Era un rostro que parecía incapaz de poder sonreír. Arrancamos. Werner daba las órdenes. - Gire a la derecha, recto, de la vuelta a la izquierda Le demostré de lo que era capaz. Conducía por carreteras rectas como verdaderas pistas de carreras y tomé las curvas de tal manera que el agua de la lluvia, debajo de las ruedas traseras, saltaba hacia lo alto. Al cabo de media hora, Werner dio la señal de regresar a la fábrica. Se apeó al llegar a la entrada principal. Me estrechó la mano. - Gruess Gott! (¡Adiós!) me dijo y se fue. - Pero, ¿qué le ha parecido a usted? le pregunté. Y desapareció en la oscuridad del cobertizo Quedé allí, nervioso. ¿Es que le desilusioné de tal modo que no quería decirme ni una sola palabra? Fui a la portería y desde allí llamé al despacho. Aún estaban conferenciando. - Mientras tanto, puede esperar abajo me dijo la secretaria -. El señor director ha sido informado de todo. Estaba deprimido. Era obvio que la opinión de Werner debía de haber sido muy mala, ya que me trataban de una manera tan ofensiva. Eran ya las cinco y media. El torrente de empleados había acabado. El portero estaba sentado en un pequeño rincón, y mojaba a hurtadillas un panecillo en una taza de café. Me senté a su lado y empezamos a charlar. Hablamos de Werner. - Es un gran muchacho me dijo -. Por desgracia no es feliz. Su esposa murió hace poco tiempo. Por fin sonó el teléfono. Tomó el auricular y luego me dijo: - Vaya en seguida arriba. ¡Pero de prisa, pues están a punto de marcharse! Corrí hacia el despacho. Aún estaba excitado, pero no tanto como antes. La larga espera me había entumecido y, en conjunto, había perdido casi toda mi esperanza. La puerta tapizada de la cámara sagrada estaba abierta. Dos caballeros hablaban, en pie, a punto de marchar. Herzing llevaba el sobretodo al brazo y hablaba a un hombre con impermeable, ancho de espaldas, de una figura maciza. Era el director Gross. - ¡?ste es el muchacho! exclamó al verme -. Bien, Werner ha quedado muy satisfecho de usted. Puede empezar en Dresde. Como vencedor. Cien marcos al mes. Estaba a punto de decir algo, pero Herzing me dirigió una mirada de aviso. Cuando descendíamos la escalera le susurré, a espaldas del gigante: - ¡Pero si yo quería ser el conductor! - No sea idiota replicó también en voz baja -. Conducir no es una profesión. Sea primero empleado de la firma; después, quizá algún día podrá conducir tanto como desee. -------------------- "I am an artist; the track is my canvas, and the car is my brush." - GRAHAM HILL
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