EL CUENCO DE TUS MANOS. Opciones

[Cristina]

Me parece la mejor forma de definir lo que debe ser un foro y creo que todos deberíamos reflexionar sobre ello.

Una vez más (y cuantas van ya!), me has emocionado y haces que me sienta orgulloso de vivir la F1 como la vivo.

Y este mes de mayo no habrá sido nada comparado con el próximo, porque tu estarás conmigo... con todos nosotros.

Bonitas manos.

[Cristina]

EL CUENCO DE TUS MANOS

Sin duda, algo que nos impresiona a todos es la pasión... en sus diferentes acepciones. Hay pasión en una pareja bailando tango, hay pasión en un estadio de fútbol, en la música, en una buena comida... . Lo que nos diferencia a unos de otros es el lugar donde la encontramos, la vemos, la sentimos... . La Fórmula 1 es una forma especial de entender la pasión. Quizás no esté en observar la alineación de las 88 ruedas, sino en saber que casi la mitad no llegará a terminar la carrera, es posible que haya más emoción en una goma gastada, quemada y con el “esqueleto” al aire que en poder rozar con los dedos el dibujo de un neumático nuevo, seguramente, un alerón roto le da más emoción a esas dos cortas horas de velocidad... .

Lo más probable es que lo más valioso sea compartirlo, discutirlo y rememorarlo con amigos que vean lo mismo que tu desde diferentes puntos de vista, quizás, un foro es eso; una reunión de personas que han descubierto pasión en algo concreto y común, al mismo tiempo que un lugar de aprendizaje.

Imagina esas ochenta y ocho ruedas en sus veintidós brillantes máquinas, los veintidós cascos protegiendo veintidós cabezas de pilotos que se juegan (afortunadamente cada vez menos) la vida para sentir la pasión de los 300 Km/h... la vibración del roce contra viento y asfalto es la poción mágica: no se bebe, atraviesa cada centímetro de los trajes de piel y va directamente al sistema nervioso.
El cuerpo sufre la mayor descarga de adrenalina, y aún no hemos llegado a la parte interesante... porque, a parte de participar, se puede intentar ganar. Cada milésima de segundo pasan cosas, hay que reaccionar: Un destello verde en el retrovisor, una máquina plateada y negra a la que intentar superar, una mancha naranja averiada a la derecha... , un envidiable y deseado rojo ganando posiciones. Y medir cada centímetro cúbico de rendimiento de tu máquina para exprimirlo, y ser consciente de que estás quemando goma y combustible... lo malo de eso son los ocho segundos que necesitas para reponerlos, porque son preciosos e irrecuperables. Los paisajes no existen porque son una exhalación que pasa por tu lado... . Todo va bien; en una posición prometedora, la temperatura es alta pero no hay problemas, ves bien, mejoras, no te hace soñar con superar al azul: lo estás haciendo y el rugido de su motor es una nana..., solo que, de alguna manera, acabas de oír un crujido que no es de motor. En ese segundo de distracción adviertes que tu trayectoria ya no la controlas tu, sino las fuerzas naturales: centrífuga, centrípeta... de alguna manera, partes de tu máquina vuelan mientras tu estás firmemente atrapado en ella, deslizas sobre la hierba y el coche se para mientras tu cabeza da vueltas y busca explicaciones. Por ese día, se ha terminado. Sales con el volante en las manos, que tiemblan, igual que las rodillas. En parte por la vibración del coche, en parte de rabia, en parte de emoción... .

Si cuando ves esto en una carrera, no te emociona, no te transmite pasión, tal vez deberías buscarla en alguna otra cosa, merece la pena encontrarla.

Si te lo transmite, y estás deseando comentarlo con un compañero del foro, volver a verlo, vivirlo en directo... has encontrado emoción, que a veces es algo tan simple como tener algunas cosas en el cuenco de tus manos.

Piensa: “Quizás debería hacer algo especial de todo esto”.


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