Mi primera vez en un GP Opciones

[Ferrari27]

Hola:

Este ha sido el segundo GP al que he asistido, y he de decir que me he divertido más que en el primero, básicamente porque en el primero estaba alucinando viendo pasar a los coches y no me enteraba de mucho, pero este año con radio y pantalla de TV me he enterado de todo o casi todo. También visité por primera vez las tribunas, todas muy espectaculares aunque unas me gustaron más que otras, la mejor para mi es la de final de recta.

Por cierto, lo del pitwalk del jueves estuvo mucho mejor organizado este año que el año pasado. Estuve tres horas y media allí cuando eran 3 horas, y abrieron a la hora. Además, vi a Michael muy cerquita de mi y a metro y medio vi las prácticas de paradas de boxes de Ferrari.



" Lo más bello hecho por la naturaleza, la mujer; lo más bello hecho por el hombre, las carreras de coches."

"El fútbol es el deporte rey; el automovilismo es más que un deporte."

[Damon]

Recordaba que había por las profundidades del foro un topic que hablaba sobre la primera vez en un Gran Premio, así que lo he rescatado para contaros lo siguiente:


Desde 1994 hasta 2004. Once temporadas de F1, once GP de España a los que no he faltado ni una vez. En cada uno de ellos ha habido situaciones impactantes, momentos buenos o malos, decepciones, alegrías e incluso, aunque parezca mentira, aburrimiento alguna vez. Pero como se suele decir, no hay nada como la primera vez, así que he pensado en compartirla con quien quiera leer este ladrillo:



1994



Hacía pocas semanas que había fallecido Ayrton Senna en Imola, así que una de las cosas que más me atraían de ver Formula 1 en directo, que era ver a aquel piloto del casco amarillo volar por el asfalto, ya no era posible, así que la cosa no empezaba con muy buen pie. Yo había estado anteriormente en Montmeló un par de veces cuando existían los "Festivales Renault", en que corrían la copa Clio y la Formula Renault. Y ya entonces me maravilló la inmensidad de las instalaciones de un circuito de velocidad, y la espectacularidad de lo que se veía en la pista, aunque tengo que reconocer que me decepcionó un poco la escasa sensación de velocidad en los vehículos que se percibía desde las pelouses o tribunas. Llegué un sábado por la mañana con mi flamante entrada de Pelouse (6.000 ptas, ¡y por aquel entonces parecía caro!), y entré con un compañero de trabajo que usaba la entrada de mi novia, ya que ella trabajaba ese día.

Me coloqué en la curva de la Moreneta porque allí había pasado bastante tiempo en anteriores ocasiones viendo las evoluciones de los Formula Renault y quería apreciar la diferencia entre ellos y los F1 (ingenuo de mí). Llegó la hora, despegó el helicóptero de la televisión, y ocurrió algo para lo que no estaba preparado. De repente, parecía como si se hubiera desatado una tormenta, como si alguien hubiera abierto las puertas del infierno o algo así. Un ruido ensordecedor se adueñó de todo el circuito, y varios coches salían a pista. Ni mi compañero ni yo dábamos crédito a lo que estábamos oyendo. Apareció el primer coche en la entrada de la curva (creo recordar que era un Ligier), la negoció a una velocidad que no me pareció muy diferente de la de un F. Renault (era la 1ª vuelta) y aceleró. Entonces, en ese momento, fue cuando se vinieron abajo todas las referencias que yo pudiera tener sobre las prestaciones de un vehículo sobre ruedas. Fue mareante ver por primera vez cómo aquella cosa azul pasaba de estar casi parado, a desaparecer de la vista en un instante, al ritmo de un aullido que incluso hacía vibrar mi videocámara, y una explosiones que hacían incomprensible cómo puede aguantar un engendro mecánico dos horas ininterrumpidas con semejante trato.

Pero eso no era nada, porque en pocos minutos, se escuchó un sonido diferente al resto, un aullido tan agudo, que hacía daño en los oídos. No podía ser otra cosa que un Ferrari con su motor V12 a pleno pulmón. ¡Qué lentos que iban los coches rojos por aquella época! Pero ¡qué bonitos y que espectacular su sonido!



Allí estaban todos aquellos coches y pilotos que sólo había podido disfrutar en la prensa y en la tele: Williams, Lotus, Bennetton, McLaren, Tyrrel, Footwork, Ligier, Jordan, Hakkinen, Schumacher; Damon Hill, Coulthard (en su debut), Alesi, Berger, Barrichello, Irvine, Herbert, Zanardi, Alboreto, Brundle, Katayama...



Aquel sábado, el piloto italiano Andrea Montermini se estrelló en la entrada en la recta principal del trazado, y aún recuerdo el silencio que se apoderó de toda la gente que estábamos allí, hasta que vimos por las pantallas de TV que estaba consciente. Se había roto una o las dos piernas, no me acuerdo muy bien, pero es que después de lo que había pasado en Imola (Senna y Ratzemberger) y en Mónaco (K.Wendlinger prácticamente acabó su carrera en F1 tras un accidente allí), no estaba la cosa para ese tipo de sustos.



El domingo, tras comprar unos tapones para los oídos en una farmacia (mi novia no se creía para nada que aquello fuera necesario), nos dirigimos al circuito. Para ver las primeras vueltas, nos colocamos en la chicane Nissan, que estaba mutilada por una pilas de neumáticos que los pilotos habían exigido, dada la paranoia reinante entre ellos por lo sucedido las últimas semanas.

Llegó la hora, todos los coches salieron, y me llamó mucho la atención cómo se escapaba Schumacher con aquel Bennetton con motor V8 a un ritmo de un segundo por vuelta más rápido que los demás. Y sobretodo, cómo pasaba entre aquellos dos muros de neumáticos con una facilidad pasmosa, y a una velocidad a todas luces superior a la de los demás participantes. El resto de la carrera, muchos lo conoceréis, Schumacher sufrió una avería en la caja de cambios que le hizo recorrer gran parte de la carrera en 5ª marcha, y Damon Hill, que como supondréis, era mi ídolo, le superó y ganó.



Se acabó la carrera, y se apagaron los motores. Ya estaba deseando que llegase el GP de España de 1995. Porque tenía muy claro que siempre que pudiera volvería.