Hoy es su día... Opciones

[alberth]

Se siente asfixiado, rodeado,… y ciertamente lo está: los mecánicos hacen las últimas comprobaciones, las cámaras de televisión toman primeros planos de su cara. Se baja la visera; quizá así consiga ahuyentar a los periodistas y llegue a relajarse. Lo necesita: sus últimas actuaciones no han sido precisamente memorables. Últimamente el motor de su descapotable arde con frecuencia. En las últimas semanas ha discutido largo con sus ingenieros por ello. Mantiene la postura de que los motores son muy frágiles, pero ellos y él también saben que ha forzado más de la cuenta. Las computadoras no engañan. Y él tampoco se engaña a sí mismo, está pasando por un bache, no consigue concentrarse y la pose que mantiene sólo sirve para protegerse de sí mismo. No quiere sentirse débil; no más de lo que ya se siente. Y los demás lo saben, o quizás sólo lo intuyan o simplemente le tienen demasiado respeto, o confianza. Quién sabe. Está todo tan automatizado que no sabe si hay sitio para las sensaciones, incluso para los sentimientos. Él sí los tiene y los sufre, le agarrotan el estómago. Necesita relajarse. Adelante:

“Hey! Mr. Tambourine Man, play a song for me, I'm not sleepy and there is no place I'm going to. Hey! Mr. Tambourine Man, play a song for me, In the jingle jangle morning I'll come followin' you...”

Una de las mecánicas le oye y le dedica una sonrisa. Quizás le guste la canción. Quizás este no sea tan mal día. Por fin parece dispuesto para la carrera. “Bien, veamos a donde me lleva el señor Tambourine”. Los mecánicos se retiran, en el auricular oye algunas instrucciones, pero no les presta atención. En este momento está concentrado y su universo es el asfalto del circuito. Quiere silencio; instintivamente le baja el nivel de sonido a los auriculares en el panel del control del volante. Semáforo a punto, vuelta de calentamiento y marcaje cuerpo a cuerpo con su inmediato oponente. Estudia sus movimientos, lo poco que da a conocer, nadie enseña sus cartas antes de la carrera. Última curva a derechas y lentamente al punto de encuentro. Sin problemas: vista fija en el semáforo, frunce el ceño y agudiza la vista; los semáforos se van encendiendo, el rojo aviva su coraje, sólo queda uno. Y se apaga.

Ha ejecutado todos los movimientos con maestría y con gran rapidez, los neumáticos han resbalado lo justo y ahora le aportan la tracción que necesita. Todo ha funcionado correctamente en su montura, ahora es cosa suya: la velocidad de su arrancada le ha permitido superar al primer rival, pero aún quedan varias filas de monoplazas por delante. Antes de llegar al primer desvío ha alcanzado la estela de su compañero de equipo, que salía por delante, se coloca en el interior de la curva y salen de esta a la misma altura, quien tenga más agallas ganará la posición. Y hoy él tiene muchas agallas. Recta media, los dos aprietan a fondo y apuran al máximo, su compañero está en el lado bueno, pero él frena más tarde. Parece que el coche se desboca al intentar girar pero el hábil contravolanteo lo mantiene en pista y le brinda al público una bella derrapada. Ya ha ganado la posición, pero aún tiene que alcanzar a otros tres rivales.

Su ego le acelera el pulso y siente su frente caliente. Hoy puede ser el gran día Sube las revoluciones al máximo, ya tendrá tiempo de conservar mecánica. Ahora es el momento de los ganadores. Curva cerrada a la izquierda. Perfecta trazada. Acelera a fondo y sube cada marcha en el momento preciso. Empieza a invadirle un orgullo casi melancólico; pero también eufórico, como quien siente que por fin está dando todo lo que puede de sí y debe cobrarle una deuda a su pasado. Llega una chicane larga. Frena y baja una marcha Pero la hace a una velocidad espeluznante: se ha subido holgadamente a los pianos pero los amortiguadores y la carrocería han aguantado.

Ahora ya le enseña el morro al primero de los aspirantes a podio amaga a la derecha, siguiendo la dirección del otro y luego a la izquierda, maniobra rápida para tapar el hueco y se ha decantado totalmente hacia el costado. Trazar tan rápido la chicane tiene riesgos pero también puede traer beneficios. De nuevo a la izquierda y esta vez sí. El público aplaude desenfrenado, cosas así ya no se suelen ver. Ha tenido suerte de encontrarse con una recta larga, pero la suerte es para quien la huele y la atrapa.

Se escapa rápidamente pese a contar con un vehículo teóricamente inferior. La motivación es mucha. Los líderes están pugnando por la primera posición. Se une cual vagón de cola y empieza a enseñar los dientes. Una recta larga les deja muy próximos entre ellos, un mínimo fallo y los tres caerían en el limbo. Curva tras curva se enseñan los dientes mutuamente pero la pista aquí es estrecha y el adelantamiento un ejercicio de acrobacia. Piensa que podría intentar adelantar a su predecesor en la recta de meta: es ancha y bastante larga. La potencia que le garantiza su motor es menor comparada con la dispuesta para sus contrincantes, pero si se engancha en la curva y acelera antes puede ganar la posición. Sube el límite de revoluciones y lo dispone todo para ganar el suplemento de caballos en el momento preciso. “Benditos ingenieros”. Atacan la penúltima curva y tras ella, una recta corta. Parece que realmente está cerca, pero realmente son los tres los que forman casi en unidad. Acelera a tope y se escora hacia la izquierda, ¡y su contrincante también! ¡Es un doble adelantamiento! Están casi en paralelo ¡los tres! La potencia extra le ayuda a ponerse a su altura y realmente nadie parece ceder. El final de la recta se acerca como un punto de no retorno y el orgullo les lleva inexorablemente a él. Por fin el líder de la prueba se aparta, pero no cede, es un movimiento táctico, parece confiar en el error de sus rivales. Ahora es cosa de dos: si uno cede el otro gana, si no cede ninguno los dos se van fuera. Pero él no puede ser quien pierda. Hoy es su día. Hoy. Las llantas casi se tocan, el tiempo pasa a cámara lenta y suena de nuevo Bob Dylan. “No me falles Tambourine”. Su posición es la buena, o no, tiene todas las de salirse de la pista, ya casi no hay espacio para la frenada. Pero sí, de repente ha frenado, pero no ha cedido: su rival se sale, él ha sido más listo y ha frenado justo en el último instante. Ahora es de nuevo su otro rival el que le pone las cosas difíciles; ha podido tomar la curva más abierta y en solitario y ahora está trazando por el interior. Ha conseguido mantener su posición, pero ahora hay un elemento menos en la ecuación y todo se reduce a un mano a mano.

Pasan las vueltas y el sentido común entra en juego: es hora de conservar las mecánicas y parece que la tregua está servida. Pero él sigue sin parpadear, no se ha relajado, simplemente hace caso de su instinto: necesita una montura en perfectas condiciones al final del duelo. Vuelve a oír el murmullo de la radio, ni se había dado cuenta que seguía encendida y dándole órdenes; la apaga. Hoy es mi día. Mío. La diferencia entre ambos carros es elástica pero nunca muy significativa y las vueltas siguen pasando. También van pasando los corredores doblados, que se apartan al comprender que esa es una lucha ajena, brillante, entre un piloto consagrado y un aspirante a retirarlo. El ritmo se vuelve a acelerar progresivamente y los pilotos doblados van cayendo poco a poco, ya no queda nadie por sufrir ese trámite. Ahora ya sí son sólo ellos dos y con toda la pista por delante. 3 vueltas, empiezan las hostilidades, en realidad sólo es una toma de contacto, un pequeño escarceo. 2 vueltas, estudio pormenorizado de los movimientos del rival, desconfianza mutua, tira y afloja. Última vuelta: salen muy pegados de la primera curva y se acercan a la chicane. Le frena más de la cuenta y acelera antes, ya ha anulado esa variable de entre sus posibilidades y sólo quedan un par de sitios muy difíciles donde adelantar. Además la línea de meta está muy cerca del principio de la recta, allí no podrá ser. Es ahora o nunca. Hoy es. Es hoy. Llega otra recta, ataca a un costado, le cierra, apura en la curva y escupe un poco de hierba del borde de la pista. Pero sigue cerca, no se ha acabado: Apura otra vez en la siguiente curva de derechas y ya vuelve a estar pegado a su contrincante, le vuelve a enseñar el morro, se escora hacia la izquierda y le manda una mirada furtiva al espejo. Su rival no puede apreciar este gesto, pero eso da igual, sólo tiene un significado, y va dirigido hacia sí mismo. Vuelve a la estela del monoplaza y en carril encaran la antepenúltima curva. Apura al máximo y con un suave juego de manos y pies coloca el coche en el interior de la curva por delante de su rival. No, le devuelve el interior y están a la par: aceleran al máximo, están jugando realmente fuerte. Penúltima curva y su contrincante ha recuperado la interior. Debe forzarle a apurar y conseguir que se pase, es una curva larga, que en laza con otra más cerrada, la encaran en paralelo, frenan juntos, pero no: ha conseguido frenar antes, los discos están al rojo, la derrapada es espectacular. Se carga de razones y afronta la curva acelerando al máximo. Lo ha pasado. ¡Lo ha pasado! Va a ganar. Puede ganar. Va a ganar. Última curva: frena, gira con suavidad y poco después el ala delantera de su bólido le otorga la victoria que le encumbra. Hoy era su día. Al menos era el primero de los suyos.



Llámale Ickx, Clark, Senna, Ratzenberger o Stewart. Quién sabe...



Y ahora culturicemos un poco este cubículo de sabiduría automovilística. Mis propuestas, en este caso musicales:

-"Blonde on blonde", Bob Dylan
-"Velvet Underground and Nico", Velvet Underground
-"Closer", Joy Division
-"The Queen is dead", The Smiths
-"Love is hell Pt. 2", Ryan Adams (Ryan que no Bryan)
-"Grace", Jeff Buckley

[alberth]

y ya de paso me presento ante ustedes, nobles caballeros y dulces damiselas (se me fue la olla). De hecho no soy nuevo, me he cambiado el nick y tampoco tengo interés en decir cual era mi anterior personalidad (irrelevante), hace unos 2 años que no escribo (aunque tampoco me prodigaba en exceso), pero he seguido leyendo con fruición debido a mi insana e innata pasión por las 4 ruedas y los alerones y a que ,por mucho que digan, sigo considerando este como el mejor de los foros de F1 que en cualquiera de las hispanas lenguas háyase visto por los Internetes. Por cierto si alguien fuera capaz de aclararme cual fue el detonante del exilio masivo de mentes pensantes de este foro a los dominios todocochistas me haría un favor. Me he documentado por la cueva del foro y no he acabado de comprender cuales el problema que causo la evasion, aunque si cual era el detonante del mal rollo general. Eso sí, sin ánimo de despertar viejos fantasmas. Y ahora me encomiendo a la tarea, espero que compartida, de volver a elevar este foro hacia el olimpo de los foros F1 que nunca debió abandonar. Te vas a cagar AtlasF1.

[COSWORTH]

Pues enhorabuena por estar de vuelta.

Y gracias por el texto.

PD.- Repecto al exilio masivo, pues, en el fondo que mas dá.
De todas formas muchos de los "exiliados" siguen leyendo y escribiendo de ven en cuando. Me consta.

[avalanche]

Hola de nuevo alberth (tu nick se escribe con minúsculas, no?)

Yo soy avalanche (también se escribe con minúsculas). También consideré en su momento al igual que ahora que mi anterior personalidad es irrelevante. Cuando todo el mundo se fue yo decidí quedarme por eso hace unos dos años que escribo como avalanche. Actualizo de vez en cuando los magníficos temas que los todocochistas nos dejaron como legado para las generaciones venideras.

Respondiendo a tu cuestión supongo que la gente se fue porque ya dijo todo lo que sabía y ahora se han montado una especie de peluquería de Fórmula 1. Aunque la verdad la razón ni la sé ni me interesa. Los foreros de ahora son tanto o más validos que los anteriores, incluso más respetuosos.

Se echan de menos temas de Historia, Técnica y sobretodo Relatos como este tan magnífico que has escrito. Gracias de nuevo por tu redacción.

Un abrazo y bienvenido de nuevo.

avalanche

PD: Se me olvidaba, también estoy de acuerdo en que el Foro de Pedro Martínez de la Rosa es el mejor de habla hispana con diferencia.

Lo Mejor del Foro PDLR sobre: http://www.pedrodelarosa.com/castella/foro...&M=False&S=True " target=_blank>Historia, http://www.pedrodelarosa.com/castella/foro...M=False&S=True" target=_blank>Técnica y http://www.pedrodelarosa.com/castella/foro...M=False&S=True" target=_blank>Relatos

[alberth]

Encantado cosworth, avalanche y demás foristas. Yo no tengo ni muchos conocimientos históricos ni demasiados medios medios de documentación, pero intentaré aportar otro tipo de conocimientos, además de aportar lo poco que de automvilismo sé en comparación con otros. Si no os importa y para darle un poco de vidilla y, por qué no, aportar mi cultura, me gustaría, aunque sea un poco "off-topic" comentar cosillas sobre cine, música y otras artes para compartirlo con todos (de todo esto sí que controlo un poco más).

Tampoco quiero dar la sensación de que soy un recién iniciado en esto, sigo la F1 desde el 94-95 y seriamente desde el 98 y sólo curso 22. Pero claro la experiencia es la experiencia. Pero la experiencia de ver luchar a un recién llegado a la F1 por aquellos podios con el coche que tenía es imborrable (y no soy fan de nadie, soy neutral total).

Por cierto, me encanta tu iniciativa de subir topics interesantes para que no se pierdan y se puedan hacer nuevas aportaciones.

Lo puedes escribir como quieras, pero sí me gusta en minúsculas.

Espero opiniones sobre mis recomendaciones musicales y de otros ámbitos; si os gustan, si preferís que no meta tanto tema off-topic,...

De momento os dejo el nombre de otro grupo que he estado escuchando hoy y no está nada mal: Franz Ferdinand (con un único disco homólogo): rock guitarrero muy post-punk y sobre todo, son escoceses, como casi toda la buena música que en los últimos años viene de la Gran Bretaña.

[Sergio]

Bienvenido de nuevo alberth, siempre es interesante ver gente conocida por aqui (aunque tu anterior identidad es lo de menos).
Por cierto, muy bueno tu relato, espero, com otu dices que entre todos volvamos a hacer de éste foro el MEJOR.

"Lo demás es historia contemporánea".

[alberth]

Chin up, cheer up


La temporada ha acabado y lo mejor que le ha dejado ha sido esa carrera espectacular, su consagración. Pero el coche no ha podido dar más de sí, algún puesto destacado, si, pero nunca más se ha acercado al podio. Necesita una máquina más potente, unos caballos extra. El jefe del equipo y los ingenieros han estado dicicendo durante toda la pretemporada que habían conseguido un coche realmente rápido.

Y hoy será él quien les dé o quite razones. Hoy lo probará. El equipo ha alquilado en exclusiva el pequeño circuito para no desvelar nada a sus rivales. A él le parece muy exagerado, al fin y al cabo parecería que son ellos mismos los que tienen que aprender de otros y no al revés. Pero no será él quien lo discuta, al fin y al cabo no tendrá tráfico en la pista, así que podrá ir más libre y sin presiones.

Habla con el ingeniero jefe y este le dice que ya casi está todo preparado. Se va a cambiar. Se cruza con la chica de la sonrisa, the sunrise girl , así es como él la llama desde aquel día. No en voz alta, no, sino para sus adentros. No le gustaría que lo tomasen a broma ni ella ni el resto del equipo: ella se ha convertido en su talismán. Sabe que eso de los amuletos y la suerte son tonterías, pero no puede dejar de pensar que ella fue la última en mirarle a la cara aquella vez. La saluda formalmente. Al fin y al cabo no es como si estuviera enamorado de ella, sólo, sólo... es su hada madrina.

Llega al camión y se da una ducha rápida, ha estado corriendo por la pista para calentar los músculos y ha sudado. Volverá a sudar en el interior del monoplaza pero para él es un lugar sagrado al que hay que entrar mudado y aseado.

Se pone las prendas ignífugas y después el mono hasta la cintura. Coge una bota y la mira fijamente, la vista se pierde y piensa en sí mismo en lo alto del podio. Cómo lo celebró, los abrazos de la gente, las portadas de las revistas, las entrevistas, nadie esperaba ya grandes cosas de él, llevaba varias temporadas en la categoría, pero siempre con coches modestos y en esta última temporada su compañero había conseguido algún que otro punto en el mundial mientras él se peleaba con el coche.
Desde entonces se ganó el favor de todos: el equipo, el público de su país, la prensa especializada,...

Vuelve a la realidad y se coloca la bota. Mientras la ata piensa que este va a ser su año.

Vuelve al box y se dirige al monoplaza: este año lo han pintado de un rojo borgoña que le da un aspecto muy señorial. Le gusta. Se agacha y pasa su mano sobre el pontón. Lo acaricia como quien acaricia a su caballo, recorre sus curvas, maravillado de su perfección física, por fuerza tiene que ser rápido.

Le dan el visto bueno y sube. Últimas comprobaciones y todo listo. Arranca y de entrada ya nota que el corazón de la criatura ruge como nunca. Sale de la zona de boxes y acelera poco a poco, no quiere forzarlo y romper algo sin haberlo probado a fondo.

Está excitado, el coche da de sí y mucho antes de llegar al máximo de revoluciones sabe que este es un coche ganador. Ahora si, acelera a fondo y alcanza una velocidad para él desconocida, la recta da es larga y el coche no se cansa. Nunca había ido tan rápido. Da una docena de vueltas para sensibilizarse y decide que el automóvil y él ya se conocen bastante, es hora de dar un paso adelante y profundizar su relación.
La siguiente tanda de vueltas es espectacular: vuelta a vuelta se supera, recupera las sensaciones de aquella tarde maravillosa y vuelve a conducir hipnotizado, como si no hubiera nada en el mundo fuera del asfalto que tiene a sus pies, cambia las marchas y pisa y suelta los pedales como si estuviera automatizado, ni se da cuenta cuando lo hace. Está despierto pero es como si estuviera soñando, todo pasa sin que él pueda pensar en nada. La vida pasa lentamente a trescientos kilómetros por hora y él vive en la pista; forma parte de ella en una perfecta simbiosis.

Escucha de repente un sonido crepitante: es la radio. Sale de su sueño y le sube el volumen (hace tiempo que le baja el volumen al subir al coche, pero no le ha dicho nada al jefe, no lo quiere poner nervioso). Le dan la gran noticia: ha rebajado el récord del circuito... en un par de segundos. Se lo toma con serenidad. llega al box, frena y los mecánicos empujan el coche al interior del cubículo. Extrae el volante y se lo da al ingeniero más cercano, apoya sus manos en los laterales de su agujero y se impulsa hacia atrás y hacia arriba, apoya un pie fuera y la ve: allí está sonriente. Da un par de largos pasos y la abraza tiernamente. Todos se quedan un poco sorprendidos, pero él no se para a pensar en por qué lo hace, de alguna manera se lo debe. La suelta y se encamina hacia la puerta trasera. Cuando sale piensa que sus rivales también habrán hecho los deberes,... pero luego se dice que este año sí va a hacerles sufrir.



Chin up, cheer es el título de una canción del disco "Demolition" de Ryan Adams, artista el que vuelvo a recomendar encarecidamente.

[KARNAPLOSKY]

Avalanche, tu lo flipas.
La peña se largo de este foro, por los motivos que tu sabes perfectamente.
¿Peluqueria F1, el foro de todocoches? Ese foro muy a pesar tuyo le pega mil millones de patadas a este.. por no hablar también del foro de thef1.com, el que también administra otro forista salido de esta misma web.

La peña se largo de este foro, harta de censura barata, de usar un foro de pesima calidad (en cuanto a programación, no hablo de sus usuarios para nada) y hartos de una administración de puta pena.

Ahora va y "alguien" me censura.

¿ALBERTH=Champagnesupernova? y si no da igual, genial tu topic tio.

Si quieres algo al e-mail, por aqui paso de responderte.

PD. Mis mas sinceras disculpas a todo el foro , pero es que hay cosas de las cuales uno no puede callarse.

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http://www.karnaplosky.tk
http://www.paranerdos.com
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[KARNAPLOSKY]

Si quieres algo al e-mail, por aqui paso de responderte.

Esto va para el avalanche, como no PUEDO EDITAR UN PUTO TOPIC no puedo corregir un pequeño fallo.

[alberth]

Pues la verdad es que no, no soy él y él no es yo. He leído algunas cosas suyas, sobre Spa y tal, y es francamente genial, pero si te fijas él prefiere utilizar el pasado para narrar y yo en cambio uso el presente (aunque de vez en cuando también hago alguna cosilla en pasado). También tienen muy buena pinta los relatos de Cristina.


Nuevas recomendaciones musicales:

-"Aw C'Mon" de Lambchop
-"Tomorrow the green grass" de The Jayhawks
-"Nebraska" de Bruce Springsteen
-The man who" de Travis

[Rafa_Granada]

Muy buen relato Alberth, nuevamente bienvenido seas.

Por mi parte no hay problema en la edición de temas off-topic.

Un saludo y gracias de nuevo por tu aportación.

[KARNAPLOSKY]

Pozi ambos son geniales cristina continua escribiendo en el foro thef1.com pero creo que debido a su cambio de estado civil, (se casó con David Plaza DVD360) ya no tendrá tiempo para darle al teclado como antes lo cual es una lástima.

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[alberth]

Poesía en aceleración


Los veinte carros vuelan pegados al suelo, muy cercanos entre ellos, se marcan unos a otros. El asfalto está caliente y las cabezas templadas. Los cámaras enfocan los boxes de los equipos y sólo encuentran gestos severos. Hoy será una dura pelea. El líder juega con su auto, el segundo piensa en la táctica a seguir, el colista, que vendrán días mejores. Al fondo de la loma se empieza a ver la parte alta del graderío. Bella imagen la que dá. Como un crisol. Rojos, verdes, azules y formales grises, hasta brillantes blancos y llamativos amarillos. Acaba la subida y giran a derechas. Últimas cabriolas y toca posicionarse para la salida. Inquietante es el momento hasta que el último bólido asoma por la curva y para en lugar asignado. Los corazones se acelerán, empiezan los sudores y las vistas se clavan unos metros por encima del asfalto. El rojo indica pausa, pero también premura. Los motores vibran y las esferas se encienden una a una. Bocas secas, algunos aguantan la respiración y otros tragan aire. Se enciende la última bombilla. El tiempo se congela y por un instante todos se callan. Respetan el silencio que el rugir de los motores reclama. Los segundos se tornan eternos. Hay quien a cámara lenta se endereza para ver mejor la arrancada. En este momento no hay nada más en el mundo; todo está ahí, en ese rojo brillante que enseguida se apagará. La espera es eterna. Los párpados se cierrran lentamente y se vuelven a abrir. Todo es muy rápido pero aparenta infinita lentitud. El bermellón desaparece y los sentidos reaccionan de inmediato, pisan con insólita furia. Los autos se disparan como flechas. Se baten con irreverencia. Miles de cabezas giran a la vez con los ojos bien abiertos; la aceleración es brutal,... Ya están lejos, pero aún se pueden ver algunos escarceos. Giran en la siguiente curva y ya no se les ve más. Pero el eco de su rugido sigue presente. Es un sonido duro pero bello, adictivo. Se apaga,...y todo queda hueco, vacío, y a la espera. En respetuoso silencio.

[alberth]

Pues si estais de acuerdo en los off-topic creo que crearé uno sobre música.