Ser piloto sin serlo Opciones

[Thund]

uhmmm.. gracias... .....

Creo que probare con algo mas de tiempo y con ayuda de alguien a que esto deje de ser personal y pase a ser de tod@s...

(no solo eres un monstruo con las estadisticas

Saludines para tod@s

[Raquel]

Soy una pesadilla dando las gracias, pero es así Monteverdi. Aparte de que me he reído leyéndote (no de ti, sino contigo ), pues me recordabas muchas cosas y experiencias mías. Por decir algo, por ejemplo ¿te imaginas condicir cada día un 600 y con tubo de escape roto a travesando Las Costas de Garraf para ir a trabajar? Entonces no existía la famosa autopista de los Túneles para atravesar ese "puerto montañoso" pegado al mar. Y que hablábais por aquí de que cada uno "tenía su curva asimilable a la de un circuito", yo tenía las mías donde demostrar a los grandullones que me venían por detrás que "yo podía más". Mi cochecito era impresionante: era capaz de pasar por la "esencia de la curva" de lado, sobre dos ruedas, y caía de nuevo al suelo como una macho, sí señor! Os prometo que eso me pasó más de 2 veces, y embarazada de mi hijo!, quizás de ahí le sale todo... Bueno, la sensación era increíble: te sentías como llevando un ferrari. Lo malo es cuando empezaban las subidas... , lo bueno dura poco. Pero era consciente del "cacharro" (con todo mi cariño) que llevaba entre manos.

Meses depués de venderlo me compré un Renault Clío. Ufff... parecía un coche de verdad. Como cada día carretera y Costas y con muchas prisas. En una recta con un cruce muy peligroso -se habían matado ya varias personas en el mismo-, paradojas de la vida: uno de los que construían la autopista de los túneles salía sin dormir. Se saltó su Stop. Intenté frenar y esquivarle por el carril contrario al ver que estaba libre. El coche empezó a dar tumbos y en décimas de segundo funcionan los instintos por su cuenta: ves que no puedes clavar el freno porque el coche no te responde y se tambalea perdiendo todo control; pisas frenadas suaves y continuas para mantenerlo y reducir cuanto sea la velocidad. Y sabes que te la vas a dar. Ha recordado mucho mi accidente al leer lo que tú describías en el Kart. Es increíble, pero de pronto el tiempo se pone en pausa y por tu cabeza pasan cientos de imágenes a una velocidad impresionante. Las respuestas del cuerpo paracen actuar como puros reflejos que no han sido procesados primero por el cerebro: estiras las pieernas fuerte contra los pedales para clavar la columna y la espalda al respaldo del asiento y mantenerla en tensión, haces fuerza con los codos evitando que se te clave al final el volante e intentas no perder el control. Por centímetros no me tragué a esa persona entrando por su puerta. Medio coche se quedó en el asfalto. Cuando acaban por fin todos esos ruidos, te preguntas: ¿cómo es posible que no me duela nada??? Y te miras por todo el cuerpo para buscar la sangre, el primer aviso de una herida. Cuando me di cuenta de que no, salté de mi asiento como una exhalación, como impelida por un muelle o algún resorte que me permitira certificar que aún tenía piernas y me funcionaban. No me había hecho nada. ¡Increíble! Bueno sí, un poquito, pero no es el caso ahora de seguir contando "mis penas". La ambilancia (casualidad de las casualidades) pasaba por allí en ese momento: no se lo podían creer.
Al revés que tú, que comentabas que tardaste a volver a subirte a un Kart, cogí tras todo el paleo y demás otro coche y me fui a trabajar. Duré 2 horas, pero me fue bien. Luego salió el presumiblemente lógico ataque de nervios y los correspondientes "dolores".

Pero te prometo Monteverdi que leeré estos textos a mi hijo, ¡todos!, para que tenga un prisma de perspectivas que le permitan juzgar de verdad. El día que se saque el carnet... creo que será el día más feliz de su vida. Al menos, estoy harta de oírle ya!!

Como tú dices: "perdón a todos por este desparrame que no tiene justificación". Punto.