Hoy es su día... Opciones

[alberth]

y ya de paso me presento ante ustedes, nobles caballeros y dulces damiselas (se me fue la olla). De hecho no soy nuevo, me he cambiado el nick y tampoco tengo interés en decir cual era mi anterior personalidad (irrelevante), hace unos 2 años que no escribo (aunque tampoco me prodigaba en exceso), pero he seguido leyendo con fruición debido a mi insana e innata pasión por las 4 ruedas y los alerones y a que ,por mucho que digan, sigo considerando este como el mejor de los foros de F1 que en cualquiera de las hispanas lenguas háyase visto por los Internetes. Por cierto si alguien fuera capaz de aclararme cual fue el detonante del exilio masivo de mentes pensantes de este foro a los dominios todocochistas me haría un favor. Me he documentado por la cueva del foro y no he acabado de comprender cuales el problema que causo la evasion, aunque si cual era el detonante del mal rollo general. Eso sí, sin ánimo de despertar viejos fantasmas. Y ahora me encomiendo a la tarea, espero que compartida, de volver a elevar este foro hacia el olimpo de los foros F1 que nunca debió abandonar. Te vas a cagar AtlasF1.

[alberth]

Chin up, cheer up


La temporada ha acabado y lo mejor que le ha dejado ha sido esa carrera espectacular, su consagración. Pero el coche no ha podido dar más de sí, algún puesto destacado, si, pero nunca más se ha acercado al podio. Necesita una máquina más potente, unos caballos extra. El jefe del equipo y los ingenieros han estado dicicendo durante toda la pretemporada que habían conseguido un coche realmente rápido.

Y hoy será él quien les dé o quite razones. Hoy lo probará. El equipo ha alquilado en exclusiva el pequeño circuito para no desvelar nada a sus rivales. A él le parece muy exagerado, al fin y al cabo parecería que son ellos mismos los que tienen que aprender de otros y no al revés. Pero no será él quien lo discuta, al fin y al cabo no tendrá tráfico en la pista, así que podrá ir más libre y sin presiones.

Habla con el ingeniero jefe y este le dice que ya casi está todo preparado. Se va a cambiar. Se cruza con la chica de la sonrisa, the sunrise girl , así es como él la llama desde aquel día. No en voz alta, no, sino para sus adentros. No le gustaría que lo tomasen a broma ni ella ni el resto del equipo: ella se ha convertido en su talismán. Sabe que eso de los amuletos y la suerte son tonterías, pero no puede dejar de pensar que ella fue la última en mirarle a la cara aquella vez. La saluda formalmente. Al fin y al cabo no es como si estuviera enamorado de ella, sólo, sólo... es su hada madrina.

Llega al camión y se da una ducha rápida, ha estado corriendo por la pista para calentar los músculos y ha sudado. Volverá a sudar en el interior del monoplaza pero para él es un lugar sagrado al que hay que entrar mudado y aseado.

Se pone las prendas ignífugas y después el mono hasta la cintura. Coge una bota y la mira fijamente, la vista se pierde y piensa en sí mismo en lo alto del podio. Cómo lo celebró, los abrazos de la gente, las portadas de las revistas, las entrevistas, nadie esperaba ya grandes cosas de él, llevaba varias temporadas en la categoría, pero siempre con coches modestos y en esta última temporada su compañero había conseguido algún que otro punto en el mundial mientras él se peleaba con el coche.
Desde entonces se ganó el favor de todos: el equipo, el público de su país, la prensa especializada,...

Vuelve a la realidad y se coloca la bota. Mientras la ata piensa que este va a ser su año.

Vuelve al box y se dirige al monoplaza: este año lo han pintado de un rojo borgoña que le da un aspecto muy señorial. Le gusta. Se agacha y pasa su mano sobre el pontón. Lo acaricia como quien acaricia a su caballo, recorre sus curvas, maravillado de su perfección física, por fuerza tiene que ser rápido.

Le dan el visto bueno y sube. Últimas comprobaciones y todo listo. Arranca y de entrada ya nota que el corazón de la criatura ruge como nunca. Sale de la zona de boxes y acelera poco a poco, no quiere forzarlo y romper algo sin haberlo probado a fondo.

Está excitado, el coche da de sí y mucho antes de llegar al máximo de revoluciones sabe que este es un coche ganador. Ahora si, acelera a fondo y alcanza una velocidad para él desconocida, la recta da es larga y el coche no se cansa. Nunca había ido tan rápido. Da una docena de vueltas para sensibilizarse y decide que el automóvil y él ya se conocen bastante, es hora de dar un paso adelante y profundizar su relación.
La siguiente tanda de vueltas es espectacular: vuelta a vuelta se supera, recupera las sensaciones de aquella tarde maravillosa y vuelve a conducir hipnotizado, como si no hubiera nada en el mundo fuera del asfalto que tiene a sus pies, cambia las marchas y pisa y suelta los pedales como si estuviera automatizado, ni se da cuenta cuando lo hace. Está despierto pero es como si estuviera soñando, todo pasa sin que él pueda pensar en nada. La vida pasa lentamente a trescientos kilómetros por hora y él vive en la pista; forma parte de ella en una perfecta simbiosis.

Escucha de repente un sonido crepitante: es la radio. Sale de su sueño y le sube el volumen (hace tiempo que le baja el volumen al subir al coche, pero no le ha dicho nada al jefe, no lo quiere poner nervioso). Le dan la gran noticia: ha rebajado el récord del circuito... en un par de segundos. Se lo toma con serenidad. llega al box, frena y los mecánicos empujan el coche al interior del cubículo. Extrae el volante y se lo da al ingeniero más cercano, apoya sus manos en los laterales de su agujero y se impulsa hacia atrás y hacia arriba, apoya un pie fuera y la ve: allí está sonriente. Da un par de largos pasos y la abraza tiernamente. Todos se quedan un poco sorprendidos, pero él no se para a pensar en por qué lo hace, de alguna manera se lo debe. La suelta y se encamina hacia la puerta trasera. Cuando sale piensa que sus rivales también habrán hecho los deberes,... pero luego se dice que este año sí va a hacerles sufrir.



Chin up, cheer es el título de una canción del disco "Demolition" de Ryan Adams, artista el que vuelvo a recomendar encarecidamente.